Recuerdo
desde mi niñez que ella era una prieta hermosa...una Diosa de Ebano...mi papá
siempre le llamaba "la negra," pero lo hacía con orgullo y respeto.
No era un epíteto degradante, sino que lo hacía para gritarle al mundo, que
"la negra" era suya y de nadie más.
Y así lo
fue...y ella fue la muestra de pundonor claro y profundo. Aquella que aún en las
vicisitudes de la traición, se irguió con valentía
y respeto a sí misma y a sus hijos y se mantuvo incólume, fiel y respetable al
hombre que tanto quiso y concentró sus energías, dedicación y empeño a sus
hijos...fruto del amor que la engañó y defraudó, pero al cual ella, aún en la
soledad de la traición de la que fue víctima, siguió esperando..perdonó y al
paso de los años. ..tuvo la dicha de abrirle sus brazos y él expiró en ellos.
Pero retomando el pasado, siempre la recuerdo con su "majestad negra,"...la recuerdo como cuando él en ocasiones le decía que ella se creía ser la artista mejicana---Eusebia Cosme---pero cuando supe quien era esa artista, me convencí que mi mamá era 40 veces más linda que aquella. (Posiblemente mi Papá nunca vio quien era Eusebia Cosme---y sólo escuchó de ella en las radionovelas de entonces.)
Mi mamá siempre vivió orgullosa de sus hijos y cuando despunté profesionalmente, siempre estuvo orgullosa de mis logros. Recuerdo que en la ocasión que le consulté sobre la alternativa de cambiar de empleo profesional...ella me expuso sus inquietudes y aunque se convenció con mis argumentos positivos...siempre consideró que mi empleo anterior era mejor y más importante...pero respetó y aceptó mi decisión. Recuerdo también cuando entre al servicio militar y salí del País en la época de aquella incruenta y rechazada guerra del lejano ...Nam...y posteriormente ella decía que conoció el mundo (los sitios y lugares que yo visité o en los que estuve y que se los detallaba...paso por paso en las cartas que le enviaba diariamente.)
El domingo la visité y la vi tan lejana..tan desmejorada...tan diferente a aquella Reina del Ébano que fue..."siempre vestida de blanco, almidonada y compuesta...estaba La Reina Negra...un erguido lazo blanco adornaba su cabeza...collares de cuentas largas, al cuello le daban vueltas..."
Sin dientes...con sus pómulos recrecidos...sus ojos cerrados y muy abrigada para evitar el frío artificial intenso de su habitación...pero aún en su estado actual; en silencio y sin las conversaciones locuaces que la distinguían. ..se veía como La Reina De Ébano que siempre fue...y a pesar de su silencio gutural, cuando llegó el momento de mi partida y le pedí su bendición y le di un beso, me lo reciprocó y con un murmullo muy audible me contestó: Dios Te Bendiga.
NOTA - Originalmente publicado en Facebook el 17 de diciembre de 2013
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