Se nos fue la vieja

"Cuando salí del barrio le dije adiós con la mano y se quedó Mamá Vieja triste en la puerta llorando"

Lunes 24 de marzo de 2014...quizás el día más triste y doloroso de mi vida. Por eso y por la situación que intérname te me abruma, no había encendido mi computadora y mucho menos he plasmado por escrito mis pensamientos.

"¡Es que a una madre;...yo pienso: ¿qué se le puede decir o escribir.? Sólo se puede medir en la grandeza de un beso!"


En el área de la sala espera del Hospital San Francisco estábamos sus hijos y allegados a la espera de noticias y con la esperanza de que ocurriera el ansiado milagro...mis hermanas, mi esposa y mis sobrinas se alternaban en relevarse en el área de intensivo donde la tenían y mientras tanto yo me mantuve fuera, no por ninguna razón o reserva particular, sino con la esperanza que al igual que en otras ocasiones alguien de la facultad médica se nos acercara para decir que todo estaba en orden y que autorizaban su alta...pero el tiempo pasó y nadie se nos acercaba con la noticia esperada...la que ansiábamos escuchar...


"Silencio en la noche ya todo está en calma el músculo duerme, la ambición descansa...Eran cuatro hermanos, ella era una Santa;eran cuatro besos que cada mañana rozaban muy tiernos las hebras de plata de esa viejecita de canas muy blancas..."


El Médico de turno que le atendía desde temprano en la mañana, el mismo que le informó a mi hermana que "él no recomendaba que la entubaran, por lo delicado de su condición," (y todos coincidimos, puesto que queríamos eso para ella)...nos llamó y categórico: "su estado es gravísimo y sólo, le quedan minutos de vida," y nos autorizó a todos a entrar y que estuviésemos con ella sus últimos minutos de vida, y lo hicimos.


"¡Adiós muchachos...compañeros de mi vida...me toca a mí hoy emprender la retirada..."


El cubículo en el área de emergencia no era muy espacioso, pero todos nos arremolinamos alrededor de su camilla...respiraba con mucha dificultad y su expresión era deforme...pómulos hundidos...ojos entreabiertos y su quijada se notaba alargada...su nariz perfilada por primera vez en su vida no le adornaba su faz con la coquetería natural que siempre la distinguió. 


Mi madre se moría. .."ella se moría, siendo tan bella y yo me consumía queriéndola salvar..."


Mis hermanas, mi esposa, sobrinos y otros familiares se arremolinaron a la camilla. Yo, en un lugar preferente, cerca de su cabeza miraba a mi Madre jadeando y también fijaba mi vista en aquella máquina a la que estaba conectada que iba señalando sus latidos y pulsaciones: "máquina con uno alegado nombre técnico: Mindray. DPM" y poco a poco su lectura iba decreciendo y las rayas que oscilaban iban despareciendo...y finalmente un pitido largo...extenso profundo y la línea única que quedaba, se fue deteniendo, junto al infame pitido y mi Mamá se quedó inerte. Todos lloraron y alguien, creo que fue mi hermana, cerro sus ojos...Yo quedé absorto, mirando aquella máquina y pensando en el Ángel que había partido.


"Lentamente cerro sus ojos; sentí mi alma en un abismo caer. Mi vida se redujo a despojos...creí, que me iba a perder."


"Cerraron sus ojos que aún tenía abiertos,taparon su cara con un blanco lienzoy unos sollozando y otros en silencio,de la triste alcoba, todos se salieron..."


"¡DIOS MIO, QUÉ SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS."


29 de marzo de 2014